NUESTRA HISTORIA
QUIÉN DIO FORMA A ESTE PROYECTO
«Acostumbrado a la vida claustral del Seminario y de la metrópoli compostelana, la naturaleza le parecía difícil de comprender, y casi le infundía temor por la vital impetuosidad que sentía palpitar en ella, en el espesor de los matorrales, en el áspero vigor de los troncos, en la fertilidad de los frutales, en la picante pureza del aire libre».
«Hacia los pazos de Ulloa» – Emilia Pardo Bazán
Esta es nuestra casa que
temporalmente será la tuya
Situada en el lugar de Ferrañol, un núcleo de siete casas, sin capilla ni praza ni arquitectura resaltable, en ell medio de la ladera de la montaña que culmina en la Pena da Hedra.
Es una casa de labranza que ha sido vivienda familiar durante más de 150 años. Era la antigua casa de la abuela Consuelo, de quien yo, la actual propietaria, heredé el nombre.
Vinculado al uso agrícola, aún conserva adosadas dos edificaciones dedicadas en su día a pajar, portal y establos de ganado. Aquí la economía era de subsistencia, como la de toda la montaña y vivían de la agricultura y la cría de animales de carne.
En recuerdo de ese uso agropecuario, se pueden ver dos pesebres a la entrada del corral, luego el horno de pan. En estos huecos abiertos en la pared comían dos parejas de animales de tiro mientras descansaban del trabajo de acarreo agrícola. Y en otros puntos de los portales, hay un recuerdo de la conejera y la percha, hoy convertida en casa de gatos para el inquilino animal (el gato Ron) que entra y sale libremente. La casa estuvo habitada hasta 1970 y con uso agrícola hasta el año 2000.
¿POR QUÉ EL NOMBRE?
Casa do Bico porque así se llama popularmente la casa que está en lo alto del núcleo, es la primera que llega de la fuente. En el pueblo, otras casas se llaman Casa do Toxal, Reboleira, Baixo, Carballo, Cuarto y Cociña.
El Bico es como se conoce popularmente al pico del ave, por lo que te desvelamos el segundo motivo que inspira el nombre. Las aves abundan en la zona y es fácil escuchar el canto de petirrojos, gorriones, juncos, pájaros carpinteros,… y en época estival, primero el cuco y luego la oropéndola.
Finalmente, la tercera acepción del nombre es el beso, el ósculo, que es una señal de amor y representa, de alguna manera, el cariño que ponemos en la rehabilitación de la casa que tantos recuerdos nos trae.
Tienes la libertad de hacer la lectura del nombre que más te convenga, e incluso la que te inspire. Ojalá la aproveches tanto como nosotros la disfrutamos.
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